Era rosada. La puerta de madera, los ventanales y el portón del garaje, azul. En la vereda había un arbolito que plantamos nosotros. Al cruzar la puerta había un zaguán, tenía un ruido particular, siempre me daba cuenta cuando alguien entraba, a la derecha estaba el cuarto de los mayores, a la izquierda "el escritorio" que era escritorio, las comillas van porque se me da la gana. Las baldosas del piso eran bárbaras. Seguías y estaba el "hall", arriba, en el techo, una claraboya enorme, con un toldo azul para cuando daba el sol, nunca podíamos mover la manija que corría el toldo.
Una puerta vidriada espectacular dividía el hall del living-comedor, pero si seguías por la derecha había un pasillo: a mano derecha el cuarto de los varones, era el mejor cuarto del mundo. Seguías y estaba el baño, chico, pero blanco, cómodo, la ducha estaba muy buena. Seguías y estaba el cuarto de la reinita, la mimada, la más linda. Estaba lleno de peluches.
El pasillo terminaba, había una puerta que daba al patio y a la izquierda estaba la cocina, ésta estaba conectada por una puerta con el living-comedor. Tenía un fogón de mármol, el piso de baldosín como rojo opaco, y tenía un ventanal que daba al patio, la vista de mañana era imperdible. El patio era espectacular, Madonna y Nika, la parrilla, el "galponcito", el aro, el pasto.
Era Artigas 563.
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4 comentarios:
Recorrí la casa desde el frente hasta el patio. Me dieron ganas de tirar al aro. Grande Arigas 563...
acá te dejo la "t" que le debo al prócer...
Primero que nada, qué buena memoria, pero se entiende cuando uno habla de las raíces, creo que tengo también muchos recuerdos de mi primera casa, un abrazo
p.d.:"no te olvidés del pago si te vas pa la ciudad".....
Alguien pide a gritos un 24 de agosto
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