viernes, 2 de mayo de 2008

Hurgador vip

Robert había visto gauchos embriagados hasta más no poder, que tomaban vino como si fueran camellos después de recorrer el desierto entero y volvían a su rancho gracias a sus caballos. Por lo general, el dueño de la tasca, la taberna, el bar o la plaza del pueblo los levantaba y los echaba arriba del caballo como quien tira una bolsa de papas arriba de un camión, y el caballo los traía de regreso a casa.
Lo bueno de esas épocas es que no los multaban y el caballo volvía manso y carretilludo, con el gaucho dormido.
Hoy en día el gaucho anda en moto, se baña y come fideos. Antes desayunaba, almorzaba, merendaba y cenaba cordero frío.
Como quien no quiere la cosa, Robert fue testigo de un hecho insólito, más insolito que ver un caballo llevando a un gaucho acribillado de la mamúa.
Fue un antes y un después: vio a un hurgador dentro de un contenedor de basura revisando una bolsa y hablando por celular.


P.D.: era motorola.

7 comentarios:

Juan Marra dijo...

Genial.

garota dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
garota dijo...

En el futuro cercano los hurgadores van a llevar sus carritos en mot; se las va a dar el frente o si no les da el tiempo a ellos, el partido colorado cuando gane

garota dijo...

en moto dije no?

pollo dijo...

Eso es progreso!,¡viva el plan de emergencia!(y así vamos...)

saludos...

Nacho dijo...

Hay que votar a Vidalín: prometió que si gana, le va a dar a cada hurgador un camión con trailler. "Soplan nuevos vientos".

Agustín dijo...

Muy bueno jaaa..En breves palabras mediante la ironía y el humor describiste una realidad. Evidentemente los tiempos han cambiado.Los gauchos ya no existen. Encima, los q creen serlo; sólo piensan en andar motorizados(en una Winner)y hacer el amor en un motel...Ya no en la pulpería.