miércoles, 8 de octubre de 2008

De alguna manera fui vituperado por la lluvia

Vos podrás creer que me vio venir, yo vi que me vio venir, se dio vuelta y se hizo la que no me vio y yo me di cuenta de que era un boludo y que me tenía que ir a domir para ir a la mansa al otro día. Ya era tarde y era la última chance que tenía de bailotear un rato con un chica simpática. Resulta que este párrafo se hizo largo, pero no importa.
Hace unos años bailé con una señorita en Área, en Punta del Este, cuando estaba en la 29 o por ahí. Era chico, y había una morochita que miraba y miraba, le dijo a mi amigo, mira de nuevo y la saco a bailar. Miró y me ca... asusté.
-Ta cuando venga un buen tema para bailar voy-. No se llama amor de Turf, y me mandé. Además de que no sabía ni sé bailar, había una gran posibilidad de que me echen y sin duda que quedaba mal parado porque ella estaba en la mitad de la pista (creo que con un metro había medido para quedar bien en el medio).

Me paré atrás de ella, la amiga se tentó y me dispuse a tocarle el hombro con el índice. Se dio vuelta casi en cámara lenta, estaba transpirada, bastante, y me dijo "bueno". La amiga picó por la punta como Bolt, y me empecé a mover y a menear con el tema de Turf que para bailarlo se prestaba. Bailamos, me creía Travolta y seguramente quedé como un pelotudo, pero los pavotes que estaban alrededor querían bailar con la morochita transpirada y eu les ganó de mano. Terminó. Quiso que la acompañe a buscar a la amiga y después a la puerta que la estaban por venir a buscar. Claro, en esa época no había celular ni aifon, así que casi a la carrera y a los gritos quedamos en encotrarnos al otro día en los dedos a las 19:00 hs.
Al otro día llovió. Nunca más la vi. Era argentina.





P.D.: capaz era millonaria.
P.S.: soy un boludo, podría haberla perseguido hasta la barra y después volver a pie hasta la 13 de la mansa y mis padres me hubieran echado a patadas en el o... Y hoy estaría levantando bolsas y fardos.